La crisis provocada por la enfermedad del coronavirus y todas sus consecuencias han dado un zarpazo a nuestra forma de concebir el mundo. La sociedad se enfrenta a una situación nunca antes vivida, y la economía está en suspenso hasta nueva orden.
Como usuarios, solo podemos comprar bienes de primera necesidad: no buscamos moda, ni diferenciarnos del resto; no podemos disfrutar de experiencias fuera de casa: restaurantes, escapadas con hoteles y actividades de ocio, museos. Ante este escenario, nos preguntamos: ¿sigue siendo útil la publicidad? ¿es necesario comunicar en tiempos de crisis?
La publicidad que no anuncia productos
La presencia de marca y la transmisión de los valores de la compañía se consiguen con una estrategia que incluye gran variedad de canales, formatos y métodos de comunicación. Uno de ellos es la publicidad, en todas sus formas. En estos momentos, no queremos posicionar nuestro producto en la mente del consumidor, sino nuestra marca, pero no del modo en que solemos hacerlo habitualmente.
La publicidad, como muchas manifestaciones artísticas, ensancha nuestra sensibilidad: nos descubre mundos que no conocíamos, despierta sentimientos dormidos, crea ilusiones.
En esta crisis es necesario soñar, recibir mensajes de ánimo y fuerza, y descubrir cosas de nosotros que no conocíamos.
Hay muchas marcas que lo están haciendo bien en este sentido. En este artículo de El País hay muy buenos ejemplos, tanto de acciones acertadas como de algún caso fallido. Porque precisamente ahora, es momento de pensarlo bien: vivimos una situación muy grave y no es tiempo de ser oportunista. Si tienes un mensaje o un sentimiento que transmitir, hazlo. Los espectadores agradecemos la comunicación honesta, que nos toquen el corazón, que nos hagan reír o reflexionar.
Comunicación de marca
Como ya apuntábamos en este post, la comunicación empresarial abarca todas las señales que una empresa emite de sí misma, por eso en este momento es más necesario que nunca cuidarla y transmitir todo lo posible. La comunicación es decir lo que haces, de la forma que consideres más adecuada, pero además, en este momento en el que todo es online, la comunicación se transforma en un servicio directo para el usuario: con tus acciones puedes ayudarle directamente: ofreciendo clases de entrenamiento online si eres preparador físico, dando recetas gratis descargables si eres un supermercado, o creando fichas para que los niños coloreen si eres un ilustrador, por poner unos pocos ejemplos.
Según apunta este estudio, los usuarios están a favor de seguir viendo publicidad durante la crisis, pero hay que hacerlo bien: si no quieres transmitir de una forma honrada, si no tienes nada que aportar, no lo hagas. Pero si crees que puedes comunicar algo que interese o aportar valor de una forma, busca la mejor herramienta para hacerlo, ¡y lánzate!